OPINION
TRANSPORTE PÚBLICO EN ALMERÍA
Un problema a resolver
Ya es sabido que el sistema de transporte público en Almería es un modelo anticuado, ineficaz e impropio de una ciudad de casi 200.000 habitantes, donde lo único que ha primado es la modernización de la flota, pero sin tener en cuenta que este aspecto en sí mismo no supone ninguna ventaja comparativa y disuasoria frente al uso del vehículo privado, sino que, simplemente, es un componente más dentro de lo supondría una verdadera red de transporte público moderna y eficaz.
Podríamos tomar como ejemplo cualquier línea de las que actualmente recorren la ciudad y la periferia, pero la línea nº 20, que conecta el centro con los barrios de La Cañada de San Urbano y el Alquián, así como al Aeropuerto, se presta especialmente a un análisis.
Estos barrios han experimentado un gran crecimiento en los últimos años y, por las características del término municipal, son la zona de expansión de la capital. Sin embargo, todavía mantienen un servicio de autobuses urbanos propio de otras épocas, marcado por unos horarios aproximados, con un tiempo de paso muy amplio que propicia la masificación en cada vehículo, con una ocupación frecuente de las paradas por coches particulares, que dificulta el acceso a personas con movilidad reducida, y sin que la policía local actúe permanentemente contra los infractores.
A todo esto hay que añadir los problemas derivados de la nula planificación en movilidad del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Almería, especialmente a la habilitación de plataforma reservada para el transporte público, sobre todo en los puntos más conflictivos del recorrido.
De nada sirve equipar las paradas con paneles informativos de tiempo de paso (en La Cañada llevan tiempo sin funcionar) si es muy complicado cumplirlo por compartir la misma calzada el autobús con el vehículo particular y, por tanto, los atascos del tráfico. Otro aspecto propio de la ineficiencia es la utilización de unidades de gran capacidad para la extensión de esta línea a la Universidad, cuando su ocupación es ridícula, mientras que la línea principal llega a la masificación, sobre todo en horas punta.
Independientemente de la necesidad imperiosa de elaborar un plan integral de movilidad de la ciudad de Almería y área metropolitana, en el que un nuevo modo de transporte como el metro ligero o tranvía debe de ser la columna vertebral de sistema público, es prioritario actuar sobre los actuales servicios para adecuarlos a las necesidades de los ciudadanos y hacerlos atractivos frente al uso abusivo del coche.
Hay muchas personas que tienen que utilizar el autobús porque no poseen vehículo propio, pero existe otro tanto que sí disponen de coche y no quieren utilizarlo habitualmente en sus desplazamientos urbanos; sin embargo, se ven obligados a usarlo porque el actual transporte público de Almería no es útil a sus necesidades: baja frecuencia de paso, tiempo de viaje elevado e irregular y masificación.
Teniendo como objetivo inmediato la mejora del actual servicio de autobuses, seguidamente se detallan algunas propuestas fáciles de asumir asunción:
• Establecer una plataforma reservada para el transporte público delimitada físicamente en los puntos más conflictivos de la ciudad.
• Incorporar la prioridad semafórica para autobuses.
• Adecuar la flota a las características de las líneas y las horas (punta y llano).
• Crear intercambiadores eficientes entre distintas líneas que faciliten un trasbordo rápido y sin coste alguno.
• Control permanente de las paradas para evitar la ocupación indebida por vehículos privados. Dotar con cámaras a aquellas en las que se den habitualmente estas actuaciones para disuadir al infractor.
• Aprovechar las nuevas tecnologías para comunicar al teléfono móvil del usuario la hora de paso del autobús que se quiere tomar.
• Tarifas competitivas que disuadan el uso de coche particular.
• Llegar a acuerdos con las asociaciones de comerciantes para que los usuarios del transporte público obtengan descuentos en sus compras y consumiciones.
Estas actuaciones, necesarias, son el principio de otras más ambiciosas, pero incidirían rápida y positivamente en la mejora inmediata del transporte público y fomentarían su uso, reduciendo la congestión del tráfico, la contaminación ambiental y acústica, así como el consumo energético.
Laura Rguez-Carretero Romera Candidata a la alcaldía de Almería por Upyd
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1 comentario:
Estimada Laura. Te felicito por dar un toque de atención sobre un problema real que crece día a día en nuestra ciudad: la movilidad. Considero muy acertado tu comentario y las propuestas para solucionar "rápidamente" algunos de los problemas relacionados con el ineficaz sistema de autobuses del que "disfrutamos" en Almería.
Pero sin embargo tengo que hacerte una crítica: las propuestas que haces son las primeras que un Plan de Movilidad pondría sobre la mesa, especialmente el tema de los carriles bus con prioridad semafórica, pero hacerlas de forma aislada sin considerar el efecto que tendrían sobre los demás aspectos de la movilidad (aunque en Almería el único aspecto que parece tenerse en cuenta es el tráfico) puede provocar el efecto contrario al bien que se busca. Es lo que se llama el "efecto parche". Los carriles-bus no se pueden poner a la ligera, necesitan de un cuidado diseño teniendo en cuenta no sólo las infraestructuras y los flujos de tráfico actuales sino también los que se preven (o los que se quieren tener) en un futuro, así como la interconexión e interrelación con los demás medios de transporte con los que se pretenda contar.
Es por eso que las soluciones sencillas que propones deben estar incluidas en un Plan de Movilidad que considere toda la movilidad (tráfico, aparcamientos, autobús, carga y descarga, peatonalizaciones, bicicleta, futuro tranvía) de forma global y priorice cada actuación concreta con respecto a las demás. Por poner un ejemplo, a lo mejor para disponer de un carril-bus en una determinada calle es necesario previamente reordenar el tráfico y el aparcamiento en las calles adyacentes, lo que puede afectar seriamente a todo el barrio y a su interrelación (entradas y salidas) con los colindantes. Si no se hace con cuidado, es posible que el simple hecho de poner un carril bus en esa calle genere un problema de tráfico en el barrio de al lado.
Por eso, el Plan de Movilidad debe ser el primer paso para mejorar las infraestructuras ya presentes de forma lógica y coordinada, y para prepararlas desde ahora mismo para las que puedan llegar en el futuro (parafraseándote, esa columna vertebral tranviaria apoyada en un buen “costillar” de autobuses). Puede parecer que ese Plan es secundario, orientado más bien hacia el futuro. O que su tiempo de redacción y su coste superan ampliamente a los de las actuaciones que propones. Nada más lejos de la realidad. La redacción rara vez supera el año y su coste ronda los 300.000 euros, de los que la mitad los pone la Junta de Andalucía. No sólo eso, sino que la redacción del Plan de Movilidad de Almería ya fue aprobada en Pleno del Ayuntamiento en el verano de 2008 por mayoría absoluta con votos favorables de todos los partidos políticos, por lo que ya deberíamos llevar un par de años viendo sus primeros efectos. Sin embargo, tras aquel Pleno nada más se ha sabido del Plan, ni por parte del equipo de gobierno ni por parte de la oposición. Por eso, estimada Laura, creo que es más perentorio presionar a los responsables para que ese Plan se redacte y se aplique que proponer soluciones (lógicas y acertadas, por otra parte) que posiblemente vendrán señaladas como prioritarias en el mismo, pero con la ventaja de que ya habrán estudiado no sólo sus efectos sino también las actuaciones que deben hacerse a continuación.
Un saludo.
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