miércoles, 11 de agosto de 2010

CUANTO DURARÁ LO DE “SOY ESPAÑOL, ESPAÑOL, ESPAÑOL, ESPAÑOL”

Antes del éxito deportivo de la selección española de futbol, el que usaba públicamente la bandera nacional era un “facha”, ahora es “español”; ¿hasta cuándo?

Yo soy uno de los que se pregunta donde estaban todas las banderas de España que han aparecido; creo, sinceramente, que si no fuera por "los chinos" España se hubiera tenido que dedicar a hacer calceta tejiendo de noche lo que habíamos destruido durante muchos días.

A todos nos ha sorprendido la "marea roja", pero sin duda la masa es voluble y antojadiza, es fácilmente manejable e influenciable y muchos se preguntan ¿hasta cuándo? O ¿Por cuánto tiempo?; desde mi punto de vista, la respuesta ya la dio D. José Ortega y Gasset, quien dijo “La vida humana, por su naturaleza propia, tiene que estar puesta a algo, a una empresa gloriosa o humilde, a un destino ilustre o trivial. Se trata de un condición extraña, pero inexorable, escrita en nuestra existencia”; es por tanto que esto durará entanto tengamos destinos comúnes que abordar o por los que luchar.

En este sentido, España como Nación apenas cuenta con efectivos para crear esos proyectos o esos destinos; España, esa nación inacabada, esa que ya no cuenta ni con el apoyo de su historia dividida, cercenada y enmascarada en 17 “sus historias” distintas; olvidados quedan ya tus héroes D. Rodrigo Diaz, D. Gonzalo Fernández de Córdoba, Viriato, Abd al-Rahman, no sabes de Ben Al Hamar, nadie conoce a D. Blas de Lezo, nadie a lo que significo Lepanto, los tercios, los Almogávares; y sin saber de dónde venimos, difícil será ponernos de acuerdo en el fin, en la meta.

En el otro bando los nacionalismos de toda índole (incluyo el fomentado por los varones de los grandes partidos que sin duda constituyen ese nacionalismo seudo identitario, de identidad nacionalista-electoral); ésos que ahora lamen sus heridas ante esta demostración de interés por lo nacional, pero no desesperan pues al fin y al cabo saben que ellos si cuentan con un proyecto, con un fin, con un destino, aunque sea cortoplacista, egoísta y excluyente; saben que esta situación es tan solo un mal viento en la travesía de la Historia, de “su historia”.

Lo lamentable es que “su historia” ya pasó por este país, ya fuimos ciudades estado, incluso en la primera república; ya fuimos “pueblos”, a Dios gracias Romanizados; ya fuimos dos Españas, por Dios que no vuelvan. De todo ello quedan recuerdos y vestigios, y si alguien quiere algo más real, baste acercarse a esos lugares en el mundo en los que pueden contemplar a donde llevan los vientos de “su historia nacionalista e identitaria”, lugares como la ex Yugoslavia, india, Rusia, Líbano, Irán, etc… y si alguno piensa que “nosotros no somos como ellos” solo recordar que quien les diría a los habitantes de Sarajevo que en pocos años iban a pasar de ciudad cosmopolita a ciudad troglodita; quienes hubieran pensado que en la actualidad estarían prohibidos libros que en los años 70 andaban entre estudiantes universitarios, quien hubiera apostado por que la extrema derecha y la izquierda se hicieran tan patentes en la Europa del siglo XXI; quien hubiera aceptado que en la universidad de Barcelona se suprimiese la libertad de expresión por acción de unos y omisión de otros.

Yo por mi parte, me siento orgulloso de pertenecer a un partido político (UPyD) que sin olvidar lo que fuimos mira a “la historia” con sentido de futuro, que siente la bandera constitucional con orgullo y sin complejos, que cree en la distribución territorial como un sistema eficaz de gestión y que por tanto la “eficacia” ha de definir sus atribuciones en beneficio de los ciudadanos y no de las “castas” nacionalistas; un partido que tiene un proyecto común para compartir con los ciudadanos de España.

Es por tanto que si eficaz fuera crear en cada autonomía una selección de futbol o de baloncesto yo sería el primero en apoyarlo, si eficaz fuese tener un sistema educativo diferente, un sistema de seguridad social, un mercado independiente, etc... Yo lo apoyaría; pero esto no es así, la eficacia depende de la voluntad y de la cantidad aunque muchos políticos olvidando éstas y aun cuando en el ideario programático de sus partidos no incluyan “tener una selección de futbol nacionalista”, postulan con esta posibilidad, sin duda temiendo más las connotaciones derivadas de lo que ha sucedido con la selección Nacional que las posibilidades reales de las selecciones autonómicas elevadas a nacionalidades.

Por tanto “soy español” triunfará en tanto haya individuos, familias, agrupaciones, partidos políticos dispuestos a crear proyectos que aglutinen a todos los españoles, ilusionar con un destino de prosperidad, con una país volcado en resolver sus problemas sin olvidar los del mundo, un país admirado por su sanidad universal y de calidad, por su educación brillante y reconocida, por su industria eficaz y competitiva, y porque no, con un deporte respetado y admirado. Estos son los valores que defiende a nivel Nacional Unión Progreso y Democracia; y son posibles, en

España son posibles, al fin y al cabo, como dijo una escritora americana cuyo nombre no recuerdo, “España es el país más fuerte del mundo; lleva años intentando autodestruirse y aun no lo ha conseguido”.

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